Los científicos Dirk Schulze-Makuch y Paul Davies, aseguran que "una misión humana a Marte es tecnológicamente factible, pero es muy cara y requiere enormes compromisos financieros y políticos".
Por eso, "una solución creativa a este dilema sería un viaje solo de ida en lugar de una misión humana con retorno", defienden en el artículo "To boldly go: A one-way human mission to Mars" publicando en el último número del Journal of Cosmology.
Entre las ventajas que señalan, además del ahorro de costes, es que se avanzaría en la exploración no sólo de Marte, si no del espacio desde esta nueva "colonia", y se evitaría la necesidad de años de rehabilitación para los astronautas después de haber permanecido en el planeta rojo a menor gravedad que en la Tierra.
A diferencia de las expediciones que ya se han hecho, o a lo que ocurre con la Estación Espacial Internacional (EEI), el viaje a Marte es un trayecto de seis meses, por lo que serán necesarios largos meses o años de rehabilitación.
Su propuesta es enviar dos naves con dos personas a bordo en cada una y suficientes suministros para establecer una colonia con presencia humana permanente.
Una vez establecido el puesto de avanzada llegarían más colonos y suministros de la Tierra de forma periódica, aunque es de esperar que quienes estuvieran allí fueran capaces de utilizar los recursos disponibles en Marte.
La primera colonia podría asentarse cerca de una cueva de hielo, que protegería a los humanos de las radiaciones y les proporcionaría agua y oxígeno. "Con el tiempo el objetivo sería que el puesto fuera autosuficiente y, a continuación, podría servir como un centro para un programa de colonización ampliado a gran escala", indican.
Por eso, "una solución creativa a este dilema sería un viaje solo de ida en lugar de una misión humana con retorno", defienden en el artículo "To boldly go: A one-way human mission to Mars" publicando en el último número del Journal of Cosmology.
Entre las ventajas que señalan, además del ahorro de costes, es que se avanzaría en la exploración no sólo de Marte, si no del espacio desde esta nueva "colonia", y se evitaría la necesidad de años de rehabilitación para los astronautas después de haber permanecido en el planeta rojo a menor gravedad que en la Tierra.
A diferencia de las expediciones que ya se han hecho, o a lo que ocurre con la Estación Espacial Internacional (EEI), el viaje a Marte es un trayecto de seis meses, por lo que serán necesarios largos meses o años de rehabilitación.
Su propuesta es enviar dos naves con dos personas a bordo en cada una y suficientes suministros para establecer una colonia con presencia humana permanente.
Una vez establecido el puesto de avanzada llegarían más colonos y suministros de la Tierra de forma periódica, aunque es de esperar que quienes estuvieran allí fueran capaces de utilizar los recursos disponibles en Marte.
La primera colonia podría asentarse cerca de una cueva de hielo, que protegería a los humanos de las radiaciones y les proporcionaría agua y oxígeno. "Con el tiempo el objetivo sería que el puesto fuera autosuficiente y, a continuación, podría servir como un centro para un programa de colonización ampliado a gran escala", indican.
Los científicos son conscientes de que su idea puede desatar críticas "éticas" pero subrayan que "no es una misión suicida" y señalan que hay muchas razones "científicas y políticas" para establecer una colonia permanente en Marte.
"Somos una especie vulnerable que vive en una parte de la galaxia donde los acontecimientos cósmicos tales como asteroides e impactos de cometas y explosiones de supernovas son una amenaza significativa a la vida en la Tierra, sobre todo para la vida humana", advierten.
Además, hacen referencias a otras "amenazas más inmediatas" como pandemias mundiales, la guerra nuclear o biológica, el calentamiento global fuera de control, el colapso repentino ecológico y los supervolcanes, que justificarían esta expedición.
Schulze-Makuch y Davies sostienen que su propuesta marca un retorno al espíritu de exploración del hombre que motivó a aventureros que hicieron historia como Cristobal Colón, Roald Amundsen y Robert Scott.
"La situación de estos primeros asentamientos marcianos, que serían habitados por voluntarios, no será muy diferente a los de los primeros colonos europeos que llegaron a América, con pocas expectativas de volver", señalan.
Aseguran que en encuestas informales que han realizado después de presentar su propuesta en charlas y conferencias han recibido peticiones de voluntarios.
El presidente de EU., Barack Obama, anunció el pasado abril que creía que la NASA podría misiones tripuladas a Marte a mediados de la década de 2030 "y conseguir que vuelvan sanas y salvas a la Tierra", y esperaba que el aterrizaje se consiguiera poco tiempo después.
Sin embargo, Davies, físico especializado en cosmología y astrobiología, y Schulze-Makuch, autor de dos libros sobre la vida extraterrestre, consideran que los retos todavía son enormes debido a que los compromisos políticos y financieros se plantean a largo plazo.
"Somos una especie vulnerable que vive en una parte de la galaxia donde los acontecimientos cósmicos tales como asteroides e impactos de cometas y explosiones de supernovas son una amenaza significativa a la vida en la Tierra, sobre todo para la vida humana", advierten.
Además, hacen referencias a otras "amenazas más inmediatas" como pandemias mundiales, la guerra nuclear o biológica, el calentamiento global fuera de control, el colapso repentino ecológico y los supervolcanes, que justificarían esta expedición.
Schulze-Makuch y Davies sostienen que su propuesta marca un retorno al espíritu de exploración del hombre que motivó a aventureros que hicieron historia como Cristobal Colón, Roald Amundsen y Robert Scott.
"La situación de estos primeros asentamientos marcianos, que serían habitados por voluntarios, no será muy diferente a los de los primeros colonos europeos que llegaron a América, con pocas expectativas de volver", señalan.
Aseguran que en encuestas informales que han realizado después de presentar su propuesta en charlas y conferencias han recibido peticiones de voluntarios.
El presidente de EU., Barack Obama, anunció el pasado abril que creía que la NASA podría misiones tripuladas a Marte a mediados de la década de 2030 "y conseguir que vuelvan sanas y salvas a la Tierra", y esperaba que el aterrizaje se consiguiera poco tiempo después.
Sin embargo, Davies, físico especializado en cosmología y astrobiología, y Schulze-Makuch, autor de dos libros sobre la vida extraterrestre, consideran que los retos todavía son enormes debido a que los compromisos políticos y financieros se plantean a largo plazo.
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