lunes, 5 de abril de 2010

Cinco donantes vivos podrían salvar a 12 personas

En Chicago, cinco 'buenos samaritanos' han decidido donar un riñón a un desconocido; su altruismo ha propiciado tres cadenas distintas de donación que podrían beneficiar a un total de 12 pacientes.


Los trasplantes cruzados se han convertido en una alternativa casi imprescindible a las desesperantes listas de espera. En Estados Unidos, las donaciones de vivos salvan a una parte importante de enfermos que, de otra forma, fallecería esperando la llegada de un órgano compatible.

Hace algunas semanas, el centro médico de la Universidad Loyola, en Illinois (Estados Unidos), introdujo en el Registro Nacional de Riñones los datos de cinco personas decididas a donar este órgano a individuos desconocidos. Inmediatamente, esta última organización, que colabora con un total de 50 hospitales, se puso manos a la obra en busca del receptor perfecto en Estados Unidos.

Como informa 'Chicago Tribune', se espera que de estas donaciones surjan cinco cadenas de trasplantes cruzados. La primera de ellas se inició el pasado 18 de marzo, de manos de Christina Lamb, de 45 años, que cedió su riñón a Robert Rylko, un joven de 21 años con síndrome de Alport (que, como primer síntoma, causa inflamación renal). La mujer se decidió al ver cómo cambió la vida de su marido cuando recibió un riñón de un primo suyo.

El tercer eslabón de esta cadena pertenece a Cynthia Ruiz, de 22 años, que tomó esta decisión al quedar impresionada por la enfermedad de Robert Rylko. Su riñón se trasplantó el pasado 29 de marzo y la receptora fue Melissa Clynes, de 19 años. Ambas evolucionan favorablemente. Como respuesta, la hermana mayor de Melissa, de 23 años, ha decidido también donar este órgano y se espera que lo reciba en breve un paciente de Nueva York.

Aunque todavía no ha comenzado, en cuestión de días se espera la puesta en marcha de una segunda concatenación de trasplantes. En este caso, Jodi Tamen, de 45 años, es la primera tuerca del engranaje. Trabaja en la Universidad Loyola y lo hace en memoria de su padre fallecido. El receptor podría ser un enfermo del centro médico Ronal Reagan de UCLA.

La tercera oleada está planeada para mediados de abril y, por el momento, sólo se conoce el nombre del que la inicia. Se trata de Tim Joos, de 53 años, que quiere realizar esta donación para honrar a su hija, muerta en accidente de tráfico con 17 años y que se hizo donante de órganos cuando se sacó el carné de conducir.

Tal y como indica el diario estadounidense, ningún otro centro ha registrado tantos casos de donantes vivos como la Universidad de Loyola. "Cuando me enteré, casi me caigo de la silla [...] Hasta ahora, no había ocurrido nada similar", indica Garet Hill, fundador del citado Registro Nacional de Riñones, en palabras recogidas por 'Chicago Tribune'.

En España, un andaluz está destinado a convertirse en poco tiempo en el primer 'buen samaritano' que cede un órgano a un desconocido. Esta alternativa para el trasplante no se ha explotado en nuestro país por diversas razones, entre otras, por los posibles intereses económicos que pudiesen crearse en torno a estas donaciones. Sin embargo, la Organización Nacional de Trasplantes ha decidido impulsar esta iniciativa, manteniendo siempre un férreo control sobre todo el proceso.

Fuente: informador

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