Lo que él propone es que nuestros teléfonos cobren "vida" de manera que sean capaces de "moverse" según las funciones que realicen; por ejemplo a la hora de consultar un mapa GPS, sentirías que el terminal se inclina hacia una determinada dirección según el sentido que siguiera el cursor que te sitúa en el plano (en realidad lo que hace es cambiar el sentido del peso en el aparato, alternando el centro de gravedad a lo largo de dos ejes).
Otras situaciones en las que tu dispostivo podría hacerte "sentir", sería cuando estés leyendo una ventana con información, de manera que serías capaz de notar como el teléfono se "encoge" por uno de sus extremos y se engrosa por el otro según donde esté localizada más cantidad de datos en la pantalla; o incluso al llevarlo en el bolsillo, ya que imitaría la inspiración-espiración propias de nuestra respiración y el latido del corazón en estado de reposo -lo sabemos, esto último da algo de grimilla. Si quieres comprobar por ti mismo a qué nos estamos refiriendo, no dudes en echar un vistazo al vídeo que te hemos dejado preparado tras el salto, donde podrás ver la charla que protagonizó Hemmert en el evento alemán.
Fuente: esengadget
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