Por lo que quiero creer supongo que este hombre quería llevar a su perro al veterinario y como no tenía transportín lo iba a meter en el maletero, para evitar que hiciera ruido lo drogaría, pero como no tenía nada a mano cogió una garrafa de agua, le echó 20 frenadoles y se la dió de beber.
Mientras su perro dormía, para asegurarse de que no muriera en el trayecto comprobó el mismo el espacio y el aire de su maletero metiéndose desnudo en su interior.
Bueno, como os habréis dado cuenta, todo parecido con la verdad es pura coincidencia, pero prefiero pensar esto a que se trata de una extraña y dantesca relación de un amo con su perro.
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